66 COSAS QUE VER (Y HACER) EN LA RUTA 66 – 2ª Parte
<– 1ª PARTE
Existe un vínculo especial entre nuestra carretera y la película de animación Cars. Pixar se basó en personajes y lugares históricos de la Ruta 66 para crear su particular homenaje. En concreto, el personaje de Mate se inspiró en una grúa International Harvester de 1951, que sigue aparcada en la puerta de lo que antes era 4 Women on the Route, en Kansas. Desde su estreno en 2006, esta cinta ha contribuido más que ninguna otra al resurgimiento de la Carretera Madre. Durante nuestro viaje nos encontraremos referencias constantes a la película, algo que agradecerán especialmente los peques de la casa.
Alternativa: Cuando llegues a Los Ángeles no te pierdas Cars Land, un parque temático dedicado exclusivamente a la peli dentro de Disneyland.
Este tramo de la Ruta 66 es famoso por sus pequeñas dimensiones, tan solo 2,70 metros de lado a lado de la calzada. Según cuentan, durante su construcción se quedaron sin fondos y prefirieron terminar el tramo completo, aunque fuese de un solo carril. La Ribbon Road discurre entre las localidades de Miami y Afton en Oklahoma, y ofrece una de las fotos más curiosas del viaje: tumbados sobre asfalto podemos tocar ambos márgenes de la carretera a la vez, algo que se ha convertido ya en una tradición entre los ruteros.
Alternativa: Cerca de Auburn (IL) podemos disfrutar de un pequeño tramo original de ladrillo de apenas 2 kilómetros, cuidadosamente restaurado bloque a bloque.
La ballena azul de Catoosa es otro de los iconos más reconocibles de la denominada Calle Principal de América. Hugh Davis, un empresario local, la construyó a principios de los años 70 como regalo de aniversario para su esposa Zelta, que coleccionaba figuritas de ballenas. Desde entonces, se convirtió en una de las paradas favoritas de los viajeros, especialmente de los más pequeños, que disfrutaban deslizándose por sus toboganes. ¿A quién no le gustan las ballenas?
El famoso granero rojo de Arcadia es el último de planta circular que queda en Estados Unidos. Construido en 1898, lleva ahí desde mucho antes de que se construyera la carretera. Por el módico precio de 50 dólares podremos poner nuestro nombre a un ladrillo y formar parte para siempre del mito. Además, estaremos contribuyendo a la conservación de un enclave emblemático de la Ruta 66.
A lo largo de sus 3.940 kilómetros, casi todos los estados por los que pasa cuentan con museos consagrados a la Ruta 66, pero para ponéroslo más fácil vamos a destacar, por orden de importancia, únicamente tres: Oklahoma Route 66 Museum, Route 66 Association Hall of Fame & Museum y California Route 66 Museum. Además, en sus tiendas los souvenirs suelen estar a buen precio. La lista completa podéis consultarla aquí.
Sandhill Curiosity Shop, en Erick (OK), es uno de los sitios más bizarros de la Ruta 66. Es una tienda que no vende nada y cuya mayor curiosidad es su excéntrico dueño, Harley Russell, quien fue una de las principales fuentes de inspiración para crear al personaje de Mate en la película Cars. Sin embargo, será seguramente una de las paradas más divertidas que harás en tu viaje. A poco que se anime -ten en cuenta que fue músico profesional-, os dará un concierto improvisado con su guitarra acústica. Por desgracia, la otra mitad del grupo, su encantadora esposa Annabelle, falleció en 2014.
Una de las cosas que más llama la atención de aquel país es la diversidad de entretenimientos relacionados con el motor que existen, muchos de ellos tan genuinamente americanos como los derby de demolición. En el Route 66 Raceway de Joliet (IL), podrás disfrutar de una noche de destrucción en familia. En sus instalaciones alberga, además, carreras de la NASCAR, competiciones de la liga NHRA de dragsters e, incluso, veladas de camiones «monstruo»… ¡brutal!
En el número uno del ranking de lugares insólitos se encuentra el museo de McLean (TX), dedicado al alambre de espino. Aunque no lo creáis, existen más de 450 patentes en el mundo y más de 2.000 tipos de alambre de espino. Fascinante, ¿verdad? Pese a su relativamente escaso kilometraje, la sección de Ruta 66 que discurre por Texas no deja indiferente a nadie, es un compendio de lugares y experiencias distintas que no encontrarás en ningún otro sitio.
¿Serías capaz de comerte un bistec de 2 kilos, y su correspondiente guarnición, en menos de una hora? En eso consiste el reto del «solomillón» del Big Texan Ranch, un restaurante y motel situado en la localidad de Amarillo, TX. Si lo consigues, tu nombre pasará a engrosar la lista de insignes comensales que han superado la prueba… y además el festín te saldrá gratis. Sin embargo, pocos son los que lo consiguen y muchos los que acaban en urgencias. Por cierto, el negocio les va tan bien que tienen proyectada una ampliación de sus instalaciones que estará lista en 2017.
El Cadillac Ranch es un instalación pública de arte creada en 1974 por un grupo de artistas denominado Ant Farm, que decidió hacer su particular homenaje a un icono de la cultura pop americana, el Cadillac. La escultura son diez automóviles semi enterrados cabeza abajo en la tierra. Con el paso de los años, el rancho Cadillac se ha convertido en un lienzo para que los viajeros den rienda suelta a su talento a través del graffitti. Si no llevas espray no te preocupes, por el suelo siempre hay muchos que podrás reutilizar.
Alternativa: A escasos kilómetros se encuentra el Bug Ranch, surgido a la sombra de la fama del primero, solo que en este caso son cinco VW Escarabajo. Muy chulo también.
Enhorabuena, has llegado al ecuador de la Ruta 66. En Adrian (TX) se encuentra el Midpoint Cafe, que presume de encontrarse en el punto medio de la carretera, del que Chicago y Los Angeles se encuentran exactamente a la misma distancia. Justo enfrente, cruzando la carretera, está el cartel con el que podremos inmortalizar el momento.
Curiosidad: Junto a la cafetería hay una furgoneta Ford sobre la que puedes dejar constancia de tu paso.
Ya que estás en el Oeste, ¿por qué no asistir a un rodeo? En Amarillo (TX) se celebra cada año durante el mes de septiembre la Tri State Fair, un evento que acoge, entre otros, un famoso campeonato de rodeo. Es el deporte oficial de Texas, pero puedes encontrar pequeños rodeos desde Oklahoma a California en multitud de ferias locales, especialmente durante los meses de verano.
Siguiendo con las tradiciones, tendremos que comprarnos un auténtico sombrero de cowboy para integrarnos con los lugareños. Este complemento indispensable del atuendo vaquero sirve para proteger del sol, pero también de la lluvia, ya que son impermeables. No tendréis problemas para encontrarlos porque los venden en todos sitios. Los hay de muchas clases y materiales, pero los más elegantes son los de fieltro. A día de hoy, siguen fabricándose prácticamente igual que el primero creado en 1865 por J.B. Stetson.
O un burrito, una quesadilla… lo que sea, ¡pero siempre con mucho picante! En un estado donde la población hispana supone el 30% del total, la comida tiene obviamente un claro sabor latino. En Nuevo México disfrutaréis de un auténtico banquete al estilo tradicional.
Alternativa: Si quieres empezar el día con energía, prueba a desayunar un burrito, los hacen rellenos de jamón de york, queso, huevos revueltos,lechuga, tomate, guacamole y patatas fritas en tacos. ¡Delicioso!
La Carretera Madre es el paraíso para los amantes de los carteles de neón. Estos llamativos reclamos publicitarios fueron extremadamente populares en Estados Unidos durante el periodo 1920-1960. La 66 estaba plagada de miles de ellos que anunciaban moteles, restaurantes, tiendas… Aún se conserva un gran número, restaurados en muchos casos por la comunidad en un afán por preservar su legado.
Santa Fe es la capital del estado de Nuevo México y unas de las ciudades más bonitas del recorrido.Merece la pena coger la alineación pre-1937 de la Ruta 66 para disfrutar de ella. Fundada en 1610 por los españoles, te enamorará por sus casas de adobe y su encanto colonial. Es famosa, entre otras cosas, por ser el segundo mercado de arte más importante de Estados Unidos después de Nueva York. Cuenta más de 200 galerías de arte.
Tras la finalización de Breaking Bad, Albuquerque se ha convertido en lugar de peregrinaje para los fans de la serie. Todo el mundo quiere conocer dónde se gestó la historia de Walter White y Jesse Pinkman. Incluso, hay un tour que ofrece visitar las localizaciones en una caravana como la usada por los protagonistas. Si vas por libre, en este mapa podrás encontrar todos los emplazamientos de la serie.
Alternativa: Si tu visita a la ciudad coincide con la primera semana de octubre podrás asistir al Balloon Fiesta, el mayor evento de globos aerostáticos del mundo.
Burma-Shave fue una marca de crema de afeitar famosa por sus anuncios de carretera. Generalmente, consistían en una serie de pequeños carteles secuenciales situados en el arcén que, mediante rimas humorísticas, nos lanzaban útiles consejos de seguridad vial. Estos reclamos publicitarios se hicieron muy populares a lo largo de toda la 66. Aún es posible seguirlos en algún que otro tramo, aunque la mayoría son recreaciones de los originales.
En la localidad de Gallup (NM), poco antes de la frontera con Arizona, hay un hotel creado para las estrellas de Hollywood. El Rancho fue construido en 1937 por el hermano del director de cine D.W. Griffith para procurar alojamiento a los actores y actrices que participaban en los rodajes cinematográficos de la época. Si nos hospedamos en él podremos dormir, si así lo deseamos, en las mismas camas que lo hicieron en su momento John Wayne, Kirk Douglas o Katherine Hepburn.
Alternativa: En el Oatman Hotel, en la frontera entre Arizona y California, pasaron su luna de miel Clark Gable y Carol Lombard en 1939. El actor solía frecuentar a menudo la Ruta.
En su recorrido de casi 4.000 kilómetros, la Ruta 66 atraviesa solamente un Parque Nacional, Petrified Forest, que debe su nombre a los numerosos restos de madera fosilizada que hay esparcidos por sus 109.000 kilómetros cuadrados. El lugar es una delicia para la vista, con un entorno predominantemente árido y con esos característicos troncos petrificados salpicando el paisaje. Hay una carretera que lo recorre que nos permitirá acceder a los mejores miradores.
Wigwam era una cadena de moteles que se construyeron durante las décadas de 1930 y 1940 en Estados Unidos. Las habitaciones simulaban ser tipis, las típicas tiendas de los indios. Si la idea te atrae, tienes suerte porque dos de los tres que permanecen aún abiertos se encuentran en la Ruta 66. Uno de ellos está en Holbrook (AZ) y el otro en San Bernardino (CA), aunque el primero es mucho más auténtico y se conserva bastante más fiel a su historia. Por un módico precio podrás dormir dentro de una «auténtica» tienda india. Bueno, en realidad no es cierto, por dentro son como cualquier otra habitación, pero mola, ¿no?
«Well, I’m a standing on a corner in Winslow, Arizona / and such a fine sight to see. / It’s a girl, my Lord, in a flatbed Ford / slowin’ down to take a look at me». Este sencillo verso del tema ‘Take it easy’ del grupo The Eagles sirvió para situar en el mapa la pequeña ciudad de Winslow. Para el grupo también es una canción muy especial ya que fue el primer single de su carrera y el que, a la postre, los catapultaría hacia el estrellato. Para conmemorarlo, en 1999 se construyó el Standin’ on the Corner Park, un memorial al aire libre que recrea la escena narrada en 1972.
Curiosidad: La canción ‘Take it easy’ forma parte de nuestra selección ‘Las 30 mejores canciones de carretera’.
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~ por Vive la Carretera en abril 7, 2016.
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Etiquetas: carretera madre, lista, road trip, route 66, ruta 66
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