La Ruta 66 y el racismo

Con motivo del estreno en España de la película ‘Green book’ (Peter Farrelly, 2019), vamos a adentrarnos en un capítulo oscuro de la historia de la Carretera Madre (y, en general, de Estados Unidos), desconocido por muchos, pero que por desgracia también forma parte del legado de este mítico trazado.

La Ruta 66 ha simbolizado desde su creación el progreso, la libertad y el sueño americano; el viaje al oeste hacia un futuro dorado, la luz al final del túnel. Las imágenes icónicas que todos tenemos en mente de la Ruta son de familias blancas de clase media que se lanzan con sus caravanas a recorrer el interior del país. Pero la experiencia de viajar por carretera no fue la misma para todos.

Ser negro y viajar por la Ruta 66 durante la era Jim Crow era potencialmente mortal. Los negros que viajaban por el oeste evitaban las pequeñas poblaciones y procuraban pernoctar en las ciudades, y aún así era difícil encontrar alojamiento. Era el paradigma del ‘driving while black’, un concepto que implica que un oficial de policía podría detener a un automovilista debido a un sesgo racial y no porque haya violado ninguna ley de circulación.

Las conocidas como leyes Jim Crow (término despectivo utilizado para referirse a los afroamericanos durante el siglo XIX) propugnaban la segregación racial en todas las instalaciones públicas, y se aplicaron a los negros y a otros grupos étnicos minoritarios hasta 1964.

Así nació el ‘Libro Verde del Conductor Negro’, una guía anual para los viajeros afroamericanos, comúnmente conocida solo como Green Book, en la que su autor, un cartero de la ciudad de Nueva York, Victor H. Green; recopiló entre 1936 y 1966 las gasolineras, hoteles, restaurantes y demás establecimientos en los que se atendía a la población de raza negra. Si bien la discriminación racial y la pobreza generalizadas limitaban el acceso a los coches, la clase media afroamericana emergente compró automóviles tan pronto como pudo para eludir la segregación del transporte público.

Se suponía que el Oeste era más progresista que el Sur pero, de hecho, la segregación racial estaba en plena vigencia. Los negros no podían comprar, dormir ni comer en la mayoría de las empresas de propiedad blanca. Casi la mitad de los condados a lo largo de la Ruta 66 eran comunidades totalmente blancas. El censo de los años treinta catalogó estos lugares como sundown tows’, ciudades en las que si eras negro y seguías en la calle más allá del ocaso podías ser arrestado… o algo peor.

La Ruta 66 reflejó fielmente este capítulo vergonzoso en la historia estadounidense, donde tan solo un 10% de los establecimientos existentes eran listados en el libro de Victor Green. Los dueños de estos negocios proporcionaron comida, refugio y servicios a la población negra, tomando partido en contra de la discriminación.

Tras una primera edición enfocada en Nueva York publicada en 1936, Green amplió el trabajo para cubrir gran parte de América del Norte, incluida la mayor parte de los Estados Unidos y partes de Canadá, México, el Caribe y las Bermudas. Aunque era poco conocida fuera de la comunidad afroamericana, la publicación de Green se convirtió en «la Biblia de los viajes negros». Poco después de la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohibió los tipos de discriminación racial que hicieron necesario el Libro Verde, la publicación cesó y cayó lentamente en el olvido.

Green dijo que quería evitar al viajero negro incomodidades y bochornos. Pero era mucho más que eso. Fue un compañero de viaje esencial que proporcionó información vital y posiblemente salvadora. En el siguiente enlace se puede consultar un número completo:

Viajar es fatal para el prejuicio, la intolerancia y la estrechez de mente” Mark Twain

El Route 66 Corridor Preservation Program ha realizado un inventario de propiedades listadas en el Libro Verde durante la época de la segregación racial. Aunque la mayoría ya no existen, algunos nombres como El Rey Court (Santa Fe), La Posada (Winslow) y Du Beau’s Motel Inn (Flagstaff) sobreviven a día de hoy, testigos de un pasado incómodo que debe ser mostrado a las nuevas generaciones.

~ por Vive la Carretera en febrero 7, 2019.

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